jueves, 8 de febrero de 2018

What drives you?

A veces caigo en la cuenta de que puedo salir de un sistema moral y ver los distintos sistemas mentales que tengo en la cabeza. Cuando lo hago, no me siento perdido, pero temo que sean construcciones ficticias de mi cabeza, por interés y conveniencia de los momentos y las personas.

Cuando los veo de lejos pienso que podría resetear mi vida y vivirla de forma distinta, solo para variar, y no me importaría elegir caminos distintos aun así cuando no conocería o intimaría con las mismas personas de mi vida, incluso aquellas que más importancia tienen. Esta sensación sólo la tengo cuando me elevo del sistema. Cuando estoy dentro de la cosmovisión, siento que soy una persona más con las mismas configuraciones mentales que cualquier otro, ciegamente conducido por impulsos desconocidos y sin cuestionar en lo absoluto el cómo llegué a dónde llegué. 

Así, tenebroso como lo describo, he descubierto un par de cosas interesantes de esta situación, como la capacidad de poder distinguir entre distintos paradigmas. Los que hasta el momento he podido identificar son:


1. Lazos cercanos- donde priman con fuerza las relaciones sentimentales con la familia y la pareja.

2. Pensamiento teórico/ mágico- donde trato de, a pesar de mi escepticismo, creer en un mundo increíble basado en hechos extraordinarios, rodeado de misterios con respuestas increíbles. Acá trato de creer en otros planos etéreos, el alma, la trascendencia, la vida extraterrestre y los mitos de laa civilizaciones antiguas.

3. Bueno en lo que hago- donde aplico toda mi capacidad a la resolución de problemas en mi campo de trabajo y trato de autoconvencerme que estoy en el camino correcto haciendo lo que gusta. Acá me obligo a ver audiovisual por todas partes y a nutrirme de ese mundo.


Cabe destacar que estos mundos mantienen lazos importantes entre sí, pero todos se manifiestan con un sentido importante (diferente) donde prima, en orden de aparición: formar una familia, trascender y éxito laboral (autovalidación mental) . Así, cada uno de estos objetivos, distintos los unos de los otros, impulsan mi vida de manera diferente, y me muevo arrojando distintos porcentajes de importancia respecto al momento de mi vida. 


Naturalmente que, luego de determinar estas distintas cosmovisiones, escurre inevitablemente la posibilidad de ser el "robot" que siempre he pensado que soy, la hoja en blanco y/o asperger con tendencias esquizofrénicas, lo que desemboca la naturaleza nihilista y arroja algo así como una depresión menor que punza la parte de atrás de mi cabeza cada vez que estoy solo, provocando frustración y poco ánimo para empezar los quehaceres.